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En todos los sistemas de tuberías se encontró que el contenido mineral era significativamente superior en las muestras recogidas al principio de las tuberías que de las del final. Todos los minerales estudiados perdieron la homogenización inicial. No hubo interacción entre explotaciones. El grado en que los distintos minerales se desagregaban en las tuberías era variable, aunque el Cu mostró la mayor diferencia entre “el principio” y “el final” de las tuberías: 37,3 vs 21,0 mg/kg, una diferencia del 78 %. En general, para todos los sistemas de tuberías y minerales la diferencia entre “el principio” y “el final” de las tuberías oscilaba entre el 2 y el 20 %.
No se observaron indicios de que el nivel de desagregación estuviese relacionado con el diámetro o longitud de las tuberías ni con el número de tolvas alimentadas por cada tubería. No hubo diferencias entre una dieta de gestación y una de lactación, pese a que había por lo menos el doble de tolvas en las tuberías de gestación. Tampoco se detectaron evidencias de influencia en el tipo o uso del material de mezclado ni en la composición de las dietas. No hubo diferencias significativas en la distribución de partículas respecto a la parte de las tuberías en que se tomó la muestra.
Se puede concluir que las cerdas alimentadas con pienso mezclado en granjas no reciben una alimentación homogenizada cuando se alimentan con sistemas de tuberías y tolvas. En las granjas evaluadas, el grado de desagregación no fue en general suficiente como para afectar la longevidad o productividad de las cerdas, aunque no se puede descartar que en algunos casos estos parámetros puedan verse afectados.
BN Fisker y AK Sørensen. 2005. The National Committee for Pig Production. Report 709.
